dilluns, 3 d’agost del 2015

A las personas sensibles...




¡No te avergüences de tu sensibilidad!
Te ha traído muchas riquezas.

Eres capaz de ver lo que otros no ven,
Sentir lo que otros se avergüenzan sentir.
Eres más abierto, menos indiferente.

Te resulta más difícil hacer la vista gorda.

Tú no has cerrado tu corazón,
a pesar de todo.

Eres capaz de aceptar
las altas más intensas
y las bajas más oscuras
en tu amoroso abrazo.
(Sabes que ninguna te define.
Que todo pasa.
Que eres un cuenco cósmico.)

¡Celebra tu sensibilidad!
Te ha mantenido flexible y abierto.
Te ha permitido estar cerca del milagro.
Y la presencia consciente brilla en ti con toda intensidad.

No te compares con los demás.
No esperes que ellos te entiendan.
Sin embargo, sí puedes enseñarles:

Que está bien sentir, profundamente.
Que está bien no saber.
Que está bien jugar
en el borde más crudo de la vida.

La vida podrá parecerte "dura", a veces,
Y a menudo sientes que te puede abrumar.

Pero es aún más duro
reprimir tus abrumadores dones.

A los que son más sensibles:
¡Traigan un poco de dulzura a este cansado mundo!



JEFF FOSTER